Francia es el país más atractivo de Europa en crédito fiscal en I+D y en impuestos efectivos para las actividades de I+D

    ¿Cómo lo hace? Gracias a que al menos el 30% de las inversiones en I+D son elegibles a un rembolso fiscal, con un límite de 100 millones de euros, y 5% cuando se supera esta cifra.

    Francia es la primera potencia europea en la lista de los 100 mayores innovadores mundiales, con 13 medallas Fields, y segunda a nivel mundial.

    Todas las empresas que paguen impuesto de sociedades, de cualquier tamaño y cualquier sector, son elegibles en sus inversiones de I+D, investigación fundamental y de desarrollo experimental, a través de una declaración al servicio de impuestos de empresas.

    Entre los costes elegibles encontramos las amortizaciones de los bienes utilizados para esta actividad, los costes de personal (en caso de jóvenes doctores con efecto duplicador), gastos de funcionamiento, patentes o la subcontratación a organismos o empresas en la Unión Europea.

    Si quieren asegurarse de que su actividad es elegible a este crédito se puede solicitar el rescripto fiscal, que permite obtener una decisión explícita de parte de la administración fiscal.

    En 2017 el Estado francés invirtió más de 6 000 millones en este dispositivo que es una clara baza para la atractividad de Francia en el I+D, junto a su excelente ecosistema privado, universitario y acceso a investigadores.

    Prueba de ello son las cifras de investigadores ya que, de cada 1000 trabajadores en activo en Francia 9,4 son investigadores, una cifra superior a la de Alemania (9,3), Reino Unido (8,8) o los Estados Unidos (8,7).

    Francia invierte más en I+D que la media europea, con un 2,25% de su PIB, frente al 1,93% en la Unión Europea, 1,69% en Reino Unido o 1,29% en Italia.

    Todas estas medidas y ecosistema benefician en igual medida a los inversores internacionales, de los cuales un 84% cree que Francia promueve de forma activa la innovación. Estos mismos inversores destacan la calidad del personal en I+D (82%), la capacidad de colaboraciones de investigación (84%) y la proximidad a los polos de innovación franceses (87%).